domingo, 26 de septiembre de 2010

Cuento para pensar

Recursos internos.

En el fondo de mi casa hay un cuarto de herramientas. Tengo alli todas las herramientas que podria necesitar para las tareas con las que me enfrento a diario. !Es increible! Hubo una epoca de mi vida en la que todavia no habia descubierto la existencia de este cuarto del fondo. Yo creia que en mi casa simplementeno habia un lugar para las herramientas. Cada vez que necesitaba ahcer algo tenia que pedir ayuda a alguien o pedir prestada la herramienta necesaria.Me acuerdo perfectamente el dia del descubrimiento: yo venia pensando que debia tener siempre a mano las herramientas que mas usaba y estaba dispuesto a adquirirlas, pero me quede pensando que antes debia encontrarles un lugar en mi casa para poder guardarlas. Recordaba con nostalgia el cuartito de madera del fondo de la casa de mi abuelo Mauricio y tenia muy presente mi inquietud de aquel dia en que llegue a casa con MI primera herramienta. Me desesperaba pensar que se me podia perder si no le encontraba un lugar. Al inal, por supuesto, la habia apoyado en une stante cualquiera y todavia recuerdo en los puños la rabia de no encontrarla cuando la necesitaba y tener que ir a buscarla a las casas de otros como si no la tuviera. Asi fue que sali al fondo pensando en construir un cuartito pequeño en el rincon izqierdo del jardin. Que sorpresa fue encontramre alli mismo, en el lugar donde yo creia uqe debia estar mi cuarto de herramientas, con una construccion bastante mas grande de la que yo pensaba construir Un cuarto que despues descubri, estaba lleno de herramientas. Ese cuarto del fondo siempre habia estado en ese lugar y, de hecho, sin saber como, mis herramientas perdidas estaban ahi perfectamente ordenadas al lado de otras extrañas que ni siquiera sabia para que servian y algunas mas que habia visto usar a otros pero que nunca habia aprendido a manejar.

No sabia todavia lo que fui descubriendo con el tiempo, que en mi cuarto del fondo estan TODAS las herramientas, que todas estan diseñadas como por arte de magia para el tramaño de mis manos y que todas las casas tienen un cuarto similar. Claro, nadie puede saber que cuenta con este recurso si ni squiera se entero de uqe itene el cuartito; nadie puede usar efectivamente las herramientas mas sofisticadas si nunca se dio el tiempo para aprender a manejarlas; nadie puede saberse afortunado por este regalo magico si prefiere vivir pidiendole al vecino sus herramientas o disfruta lamentandose por todo lo qu ele falta a su casa. Desde el dia del descubrimiento no he dejado de pedir ayuda cada vez que la necesite, pero la ayuda recibida siempre termino siendo el medio necesario para que, mas tarde o mas temprano, me sorprendiera encontrando en el fondo mi propia herramienta y aprendiera del otro a usarla con habilidad.

Este fragmento esta sacado del libro Hojas de Ruta de la pagina 80. De Jorge Bucay.

Otro Cuento.

Un señor va a visitar a un sabio y le dice:

-Quiero que me enseñes tu sabiduria porque deseo ser sabio; quiero poder tomar la decision adecuada en cada momento ¿Como hago para saber cual es la respuesta indicada en cada situacion?

Entonces, el sabio le dice:

-En lugar de contestarte te voy a hacer una pregunta: por una chimenea salen dos señores, uno de ellos con la cara tiznada y el otro con la cara limpia,¿cual de los dos se lava la cara?

-Bueno, eso es obvio-dice el hombre-, se lava la cara el que la tiene sucia.
El sabio contesta:

-No siempre lo obvio es la respuesta indicada. Anda y piensa.

El hombre se va, piensa durante quince dias y regresa contento para decirle al sabio:

-¡Que estupido fui! Ya me di cuenta: el que se lava es el que tiene la cara limpia. Porque el que tiene la cara limpia ve que el otro tiene la cara sucia y entonces piensa que el mismo tambien la tiene sucia. Por eso se lava. En cambio, el que tiene la cara sucia ve que el otro tiene la cara limpia y piensa que la de el tambien debe de estar limpia. Por eso no se lava.

-Muy bien-agrega el sabio-, pero no siempre la inteligencia y la logica pueden darte una respuesta sensata para una situacion. Anda y piensa.

El hombre regresa a su casa a pensar. Pasados quince dias vuelve y le dice al sabio:

-¡Ya se! Los dos se lavan la cara. El que tiene la cara limpia, al ver que el otro la tiene sucia, cree que la suya tambien esta sucia y por eso se lava. Y el que tiene la cara sucia, al ver que el otro se lava la cara piensa que el tambien la tiene sucia y entonces tambien se lava.

El sabio hace una pausa y luego añade:

-No siempre la analogia y la similitud te sirven para llegar a la respuesta correcta.

-No entiendo- dice el hombre.

El sabio lo mia atentamente y le dice:

-¿Como puede ser que dos hombres bajen por una chimenea, uno salga con la cara sucia y el otro con la cara limpia?

Y añade el autor posteriormente "La mayor parte de las veces, para encontrar la respuesta correcta lo unico que hace falta es sentido comun.p.77'.

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