Articulo Tomado de la revista "Mente Sana" Numero
Un jefe dificil- ya sea por autoritario, excesivamente exigente, dado a los favoritismos o por los motivos que sean- puede llegar a complicarte la vida laboral. ¿Como puedes lidiar con este desafio de una manera inteligente? En la objetividad, la prudencia y el hacerse respetar con diplomacia estan las claves. En primer lugar, analiza el problema con objetividad ¿Crees que el comportamiento de tu jefe se debe al grado de estres laboral a que esta sometido o a su caracter? ¿Esa actitud se produce unicamente contigo o es igual con todos? De las respuestas depende que te plantees si merece la pena trabajar para conseguir un cambio o no. Si es que si, habla con el acerca de lo que te ocurre, sin criticarle nid esafiar su autoridad, pero ofreciendo tu colaboracion y estableciendo alternativas que supongan una via de solucion.
Afrontar los hechos.
En cualquier caso, se positivo y no vivas la relacion conflictiva con tu jefe de una manera personal ni interiorices los problemas. Piensa que la situacion no debe traspasar las fronteras del ambito laboral. Analiza tus emociones negativas, procura controlarlas y evita que condicionen tu conducta, llevandote a comportamientos que resultarian contraproducentes, como enfrentarte a el o mostrarte poco colaborador. Intenta, en la medida de lo posible, adaptar tu conducta a las "manias", preferencias o limitaciones de tu jefe para paliar los efectos que aquellas ejercen sobre ti. Por ejemplo, si tiende a sobrecargarte de trabajo, negocia los plazos de entrega de manera que no supongan tanto estres, o, si es un indeciso que no suele especificar lo que demanda, no dudes en preguntarle para salir de dudas.
M.B.
Valorar lo que tenemos.
La felicidad reside en desea rklo que se tiene y no en poseer mucho. Un estudio realizado por psicologos de la Texas Tech university y la Wichita State University (Estados Unidos) corrobora la maxima de la sabiduria popular que afirma que no es mas feliz el que mas posee sino quien valora lo que tiene. El problema es que, en la sociedad actual, las personas terminamos acostumbrandonos a lo que poseemos y,por esta razon, tendemos a no valoralro. Sin embargo, los autores afirmanq ue es posible continuar deseando lo que tenemos y que las personas que asi lo hacen son mas felices. En la misma linea, el estudio, publicado en la revista Psychological Science, tambien subraya que, para ser feliz, es importante que mantengamos bajo control el deseo por las cosas que no tenemos, para asi evitar las frustraciones.
Concederse Permiso. Por Jorge Bucay.
Esta claro que tanto la cultura como la tradicio y la moral de una sociedad se transmiten de padres a hijos a traves de mensajes difectos o subliminales, verbales y no verbales, llenos de premios y castigos, permisos y prohibiciones, sostenidos por ideologias, prejuicios, paradigmas y mandatos de todo tipo, color e intencion. Segun el modelo transaccional, creado por el psiquiatra Eric Berne, la estructura de la personalidad se podria deconstruir en tres estados mas o menos autonomos: el Padre interno, el del Adulto y el del Nino libre. Dice Berne que, debido a esta estructura tan particular, los mandatos recibidos en la infancia perduran en nosotros y siguen condicionandonos aunque intelectualmente los cuestionemos, pues nos hablan desde la figura introyectada de nuestros padres.
Este punto, el de los permisos y los mandatos, es fundamental si pretendemos comprender alguna de nuestras bizarras maneras de encarar o intentar resolver situaciones dificile y, sobre todo, si pretendemos ayudar a otros durante la tarea educativa, asistencia o terapeutica disenando formas de intervencione ficaces y positivas. Todo se complica bastante cuando caemos en la cuenta de que, por fuerza, las pautas uqe los ninos reciben en sus primeros anos de vida marcan y condicionan, de forma a veces irreversible, el desarrollo y el futuro de esas personas en ciernes. Todo se agrava aun mas cuando asumimos que esas pautas estan, a su vez, condicionadas por las limitaciones, errores, distorsiones, mandatos y prohibiciones que esos educadores recibieron de su propio entorno cuando eran ninos.
Prohibiciones absurdas.
Supongoq ue noe xagero si digo que todos y cada uno de nosotrso hemos sido victimas de por lo menos uno de estos mandatos restrictivos y que nos hemos apsado gran parte de nuestra vida luchando contra el o ellos. Siguiendo la inspirtacion transaccionalista, podriamos enumerar aqui un decalogo de las absurdas prohibiciones que, una y otra vez, los padres nos transmiten voluntaria o involuntariamente.
Estas prohibiciones actuan como verdaderos mandatos vinculantes. Es imposible no escuchar estas ordenes, por condicionantes que suenen, si llegan a nosotros cuando todavia no podemos cuestionarlas y encima de la mano de las personas que mas queremos y que,supuestamente, mas nos quiere.
Absurdo numero 1- No esta permitido que pretendamos ser quienes somos. Debemos ser, parecernos o actuar como nuestros educadores creen que es correcto y como ellos nos aseguran que e slo mejor para nosotros.
Absurdo numero 2- No esta permitido que nos involucremos emocionalmente, porque eso nos haria sufrir. Sin compromiso afectivo no habra posibilidad de que suframos.
Absurdo numero 3- No esta permitido el contacto fisico. De los mas inocentes acercamientos puede surgir la connotacion sexual y eso es un tabu hasta la madurez.
Absurdo numero 4- No esta permitido crecer ni estar sano, porque eso dejaria en duda el rol que nuestros educadores, los cuales se significan con la actitud de cuidarnos.
Absurdo numero 5- No esta permitido perder el conrol de las cosas. Todo debe quedar bajo nuestra egida y nuestro dominio.
Absurdo numero 6- No esta permitido disfrutar de la vida, porque eso confrontaria con la idea de nacer, sufrir y morir.
Absurdo numero 7- No esta permitido correr riesgos, porque la vida es peligrosa y todo lo que hagamos, en especial lo que nos da placer, implica una amenaza a nuestra integridad.
Absurdo numero 8- No esta permitido sentirse importante. Debemos ser uno mas o, por lo menos, no competir con nuestros educadores.
Absurdo numero 9- No esta permitido equivocarse. Porque eso es un fracaso y objeto de desprecio de los demas.
Absurdo numero 10- No esta permitido ser totalmente libres, ni en nuestras decisiones, ni en nuestros pensamientos, ni en nuestros sentimientos. Dbeemos hace rlo que se espera de nosotros, estudiar lo que es mejor, trabajar como se debe y casarnos con la persona adecuada.
No dudo que este listado esta incompleto y que lasa trocidades que algunos adultos son capaces de generar en los ninos no tienen limites; sin emargo, esta muestra basta pra decir lo que hoy nos interesa. Normalmente el nino- y mas tarde el adulto- necesita agradar, sentirse querido, aprobado, reconocido y valorado. Estos mandatos, en interaccion con los acontecimientos particulares de cada historia y de cada vinculo familiar, determinan que el nino abandone su infancia con una clara idea de lo que se espera de el. Y lo confirma de neuvo cuando recibe directamente de sus padres la maxima aceptacion si se impone a si mismo las restricciones que se le ensenaron. Sometidos por nuestra educacion a lo ques e nos esta permitido y a lo que se nos llevo a pensar, construimos un programa para nuestra vida, un argumento, un guion, y, sobre todo, una determinada forma de nterpretar el mundo a nuestro alrededor, acorde a lo que se debe y a lo que no se debe,
Romper con los Mandatos
Tarde o temprano, nos damos cuenta de que la vida es un riesgo y que, encerrados en la segura carcel de nuestros mandatos, terminaremos apagandonos como la llama de na cerilla. La gran llave de buena calidad de vida es darnos cuenta de todas esas absurdas prohibiciones que arrastramos desde ahce tantos anos, concedernos el derecho de cuestionar esas pautas y, si es nuestro deseo,d arnos todos los permisos que nuestro cuerpo, alma y espiritu nos demanden. Concedernos el permiso de vivir con intensidad y compromiso cada minuto de nuestra vida.
Y, en todo caso, romper con el guion que estaba determinado por los mandatos y reemplazarlo por proyectos realmente propios que esten en linea con los propios gustos y apetencias de nuestro aqui y ahora.
Creo que el gran trabajo ene l que todos deberiamos colaborar es en el de contribuir-ya sea como padres, maestros, jefes, dirigentes o vecinos- a que cada persona, nino, adulto o anciano se conceda, cada vez mas conscientemente, los permisos que le son indispensables para vivir la vida que desea.
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