sábado, 18 de septiembre de 2010

Historia sobre el coraje

La siguiente historia esta adaptada del libro "Libro de las Virtudes" de William J. Bennett. Nos muestra una de las virtudes importantes para la vida cotidiana: el coraje, no solo entendido desde el punto de vista material sino, y especialmente, deste el mental como valor como impulso, como motivacion, en fin, las posibilidades son infinitas para su expresion y, como ocurre con otras virtudes, se fomenta con el ejemplo.


Horacio y el puente.

Version de James Baldwin

Se dice que los acontecimientos que rodean la leyenda de Horacio sucedieron a fines del siglo seis antes de Cristo, durante la lucha de Roma contra los estruscos. El poeta e historiador ingles Thomas Macaulay narro la historia en sus Lays of Ancient Rome, de donde estan tomados estos versos.

Una vez hubo una guerra entre el pueblo romano y los etruscos que vivian en las ciudades dde la otra margen del rio Tiber. Porsena, rey de los etruscos, reunio un gran ejercito y marcho hacia Roma. La ciudad nunca habia corrido tanto peligro. Los romanos no tenian muchos guerreros en esos tiempos, y sabian que no tenian fuerzas suficientes para enfrentar a los etruscos en campo abierto, asi que se refugiaron dentro de sus murallas y apostaron gurdias para vigilar las carreteras.
- Que haremos?-dijeron los canosos legisladores de Roma-.Si ganan el puente, no podremos impedir que crucen, y entonces no quedara esperanza para la ciudad.
Entre los guardias del puente habia un valiente llamado Horacio. Estbaa en la otra margen del rio, y cuandov io que se aproximaban los estruscos, aviso a los romanos que estaban a sus espaldas:

Hablo pues el bravo Horacio,
capitan de la puerta:
"A todo hombre de esta tierra
tarde o temprano le llega la muerte.
Y que mejor muerte puede haber
que enfrentar una suerte adversa
por las cenizas d esus padres
y e; templo de sus dioses?"

-Derribad el puente a toda prisa-exclamo-. Yo, con los dos hombres que me acompanan, mantendre a raya al enemigo.
Entonces, empunando sus escudos y sus largas lanzas, los tres valientes s eplantaron en la carretera y contuvieron a los jinetes que Porsena habia enviado a tomar el puente.
En el puente los romanos hchaban las vigas y postes. Las hachas cantaban, las astillas volaban, y pronto el puente temblo y crujio.
-!Regresad! !Regresad y salvad la vida!- gritaron a Horacio y sus dos acompanantes.
Pero entonces los jinetes de Porsena atacaron de nuevo.
-!Corred!-dijo Horacio a sus amigos-.Yo guardare la carretera.
Dieron media vuelta y corrieron por el puente. Apenas habian llegado al otro lado cuando hubo un gran estreptipo de vigas y maderos. El puente se ladeo y cayo en el agua con un gran chapoteo.
Cuando Horacio oyo el sonido, supo que la ciudad estaba a salvo.COn el rostro hacia los hombres de Porsena, retrocedio despacio hasta llegar a la orilla del rio. Un dardo etrusco le arranco el ojo izquierdo, pero no titubeo. Arrojo la lanza al jinete mas proximo y se volvio deprisa. Vio el blanco porche de su hogar entre los arboles de la otra margen del rio:

Y le hablo al noble rio
que lame los muros de Roma:
"!Oh TIber! !Padre Tiber,
a quien rezan los romanos!
Un romano hoy te encomienda
sus armas y su vida."

Salto al profundo y caudaloso rio. Aun llevaba puesta su pesada coraza y cuando se hundio, nadie penso que lo veria de nuevo. Pero era un hombre fuerte y el mejor nadador de Roma. Pronto emergio en medio del rio, a salvo d elas lanzas y flechas que le arrojaban los soldados de Porsena.

Llego a la otra orilla,d onde sus amigos aguardaban para ayudarlo. Gritos de admiracion lo saludaron cuando trepo a la orilla. Y los hombres de Porsena tambien gritaron, pues nunca habian visto un hombre taqn valiente y fuerte como Horacio. Les habia impedido entrar en Roma, pero habia realizado una hazana que merecia sus alabanzas.

En cuanto a los romanos, agradecieron a Horacio que hubiera salvado la ciudad. Lo llamaron Horacio Cocles, que significaba "Horacio el Tuerto", porque habia perdido un ojo al defender el puente, y erigieron una hermosa estatua de bronce en su honor, y le dieron tantas tierras como pudiera arar en un dia. Y durante siglos...
Con sollozos y con risas
aun se contaba la historia:
Horacio defendio el puente
en los fieros dias de antano.



Una Sonrisa.
Los que pelean bien y triunfan deben ser valientes solo una vez. Los que pierden deben demostrar coraje dos veces. Asi, debemos prepararnos para cosas mas dificles que el triunfo.

Que otros vitoreen al vencedor,
pero yo reservo mis encomios
para quien lucha a brazo partido
y sabe perder con una sonrisa
Esta derrotado, mas no sucumbe
al abatimiento, como los mediocres,
Otro dia vencera ese hombre
que hoy sabe perder con una sonrisa.

El miedo segun Platon.

Que deberiamos temer?
Socrates dice que el coraje supone el conocimiento de aquello que se debe temer, y lo considera parte integral de toda virtud, la cual consiste en saber que cosas son malas o buenas. Mas aun, si el mal moral es el unico mal real, los presuntos males que la fortuna y los hombres nos infligen, tales como la pobreza, la enfermedad, el sufrimiento y aun la muerte no son de temer; si se enfrentan con el animo adecuado, no pueden empeorarnos moralmente. Aqui cerca de la conclusiond el dialogo Gorgias de Platon, Socrats predice la calma y confianza su propia e injusta muere. El nefasto juicio que describe (que se hizo realidad en el 399 antes de Cristo) no le resulta temible porque los actos malignos de otros hombres no pueden danarlo moralmente. Hay una sola cosa que Sorates teme de veras, y es ser injusto con los demas.

Socrates. No repitas la vieja historia de que quien desee me matara para sacarme el dinero, porque entonces tendre que repetir la vieja respuesta: que solo un mal hombre matara al bueno, y que el dinero de nada le servira, pues dara mal uso a auqello que tomo de mala manera, y al darle mal uso, lo hara con vileza, y la vileza causara dano.
Calicles. !Cuan confiado estas, oh Socrates, en que nunca sufriras dano! Pareces creer que vives en otro pais, y que nunca deberas comparecer ante un tribunal, cuando es muy probable que una persona malvada y ruin te someta a esa situacion.
Socrates. Seria muy necio, Calicles, si ignorase que en ele stado ateniense cualquiera puede sufrir cualquier cosa. Mas si me llevan a juicio y enfrento los peligros de que hablas, sera un villano quien me lleve a juicio... de eso estoy seguro, pues ningun hombre bueno acusaria al inocente. Tampoco me sorprenderia uqe me condenaran a muerte. Deseas que te cuente por que preveo esto?
Calicles.Por cierto.
Socrates. Creo que soy el unico, o casi el unico ateniense vivo que practica el verdadero arte de la politica, soy el unico politico de mi epoca. Ahora bien, dado que al hablar no pronuncio mis palabras con miras a obtener favores, y que busco lo que es mejor y no lo que es mas placentero, no teniendo intencion de recurrir a esas artes y artimanas que tu recomiendas, no tendre nada que decir en el tribunal de justicia. Y tu puedes argumentar conmigo, tal como yo argumentaba con Polus: sere juzgado como un medico seria juzgado en un tribunal de ninos por acusacion del cocinero. Que repsonderia el en tales circunstancias? Supongamos que el cocinero lo acusara de este modo: "Oh mis ninos, este hombre os ha hecho muchas cosas malas; el es muerte para vosoros, sobre todo para los mas pequenos, pues os corta, os quema, os mata de hambre y os sofoca, hasta que no sabias que hacer, os da las porciones mas amargas, y os obliga a pdecer hambre y sed. !Que diferente de la variedad de manjares que yo os servia!" ?Que podria responder el medico si se hallara en semejante trance? Si dijera la verdad, solo diria: "Todas estas cosas malas, mis ninos, eran bien de vuestra salud". ?Y no se alzaria un gran clamor en semejante jurado? !Nadie acallaria sus gritos!
Calicles. Sin duda.
Socrates. ?No tendria gran dificultad para replicar?
Calicles. Claro que si.
Socrates. Tambien yo sere tratado de la misma manera, como bien lo se, si comparezco ante el tribunal, pues no podre jactarme de haber procurado placeres a la gente, y auqnue yo no envidie a quienes los procuran ni a quienes los difsrutan, dichos placeres se consideran beneficos y ventajosos. Y si algien dice que yo corrompo a los jovenes, y confundo sus mentes, o que hablo mal de los ancianos, y uso palabras amargas contraq ellos, en privado o en publico, es inutil que yo responda, como bien podria: "Hago todo esto en aras de la justicia, y teniendo en cuenta vuestro interes, jueces mios, y nada mas". Y en consecuencia es imposible saber que me sucedera.
Calicles. ?Y crees, Socrates, que un hombre tan indefenso se encuentra en buena posicion?
Socrates. Si, Calicles, si eld ispone de esa defensa, y tu mismo has reconocido que seria bueno que dispusiera de ella... si el mismo es su propia defensa, y nunca ha dicho ni hecho nada ruin ante los dioses y los hombres, pues reiteradamente hemlos admitido que esta es la mejor defensa. Y si alguien me acusa de ineptitud para defenderme a mi o a otras de esta guisa, me sonrojaria de verguenza, ya me condenaran ante muchos, o ante unos pocos, o a solas, y si pereciera por falta de capacidad para ello, eso me apenaria. Pero si muero por no tener aptitudes para la adulacion ni la retorica, te aseguro que no me encontraras abatido ante la muerte. Pues ningun hombre que no sea un necio o un cobarde tiene miedo de la muerte misma, sino de actuar mal. Puees descender al mundo subterraneo con el alma llena de injusticia es el maximo y peor de todos los males.